Por Beatriz Blanco
elegir
me dejas
(más bien me quedo)
con un camino nuevo
para llegar a casa
con calzadas sin coches
y árboles en patios
el cielo de una niña y su estrella
en un baile donde una mano
que recorre
(sin tocar)
una espalda
llega a la coronilla
siempre con hambre de ilusión
despertar con susurros
tus manos y mi piel
para enfrentar el día
la noche
y
el atardecer
quietud
para respirar
(si me das a elegir)
me quedo conmigo
conmigo me quedo
para
llegar a casa
dando realidad
a otro cielo
con mi estrella
mi condición
y mi diferencia
ellas / ellos
razón y fuerza
emoción y fragilidad
ellas tienen que
ellos son
hibridarme
sin identidad
ahogando
mi voz
yo
mujer
seudoneutra
perseverante
con mi discurso
ser para
ser como
no
ser
mi hija no tiene
mi hija no tiene brazo
no tiene orejas
mi hija
no tiene
furia estampada en su cabello
entre las arrugas de los dedos
no hay recuerdo
ni olvido
raíces hechas garras
en arcilla sagrada
mi madre no tiene brazo
no tiene orejas
mi madre
no tiene
a corazón confronta vendavales
instigas que reiteran improvistos
y contrariedad
mi madre sin ojos
no echa en falta
varón con bastón
se sirve de la niebla
de nuevo
mi madre
sin pies
apoyo sus entrañas
así
se reconoce