Feminismo

[Vencer el miedo] Rugido

Diana

Una noche de camino a casa de mis padres cruzaba un Puente peatonal que conecta la lateral del Periférico Sur y la colonia San Lorenzo la Cebada, Xochimilco. Dicho puente cruza sobre el canal y está parcialmente cubierto por árboles en una especie de mini-bosque. Había escasa iluminación proveniente de postes de alumbrado público a cada lado del puente. A unos pasos después de subir las escaleras apareció al final del puente un hombre.

Yo seguí caminando sin chistar mirándole fijamente a la cara. Justo al momento de que cruzábamos caminos, quedando él un paso atrás de mí, sentí el impulso de voltear. Su mano estaba tocando el bolso trasero de mis pantalones. Tal vez quería llevarse mi cartera, o tal vez me iba a dar una nalgada.

Ilustración: Juliette Oberndorfer

Grité fuerte y con voz grave “¡Aaarghhh!” él empezó a correr y yo lo perseguí. Le di una patada en la espalda y se tropezó en las escaleras. Seguí corriendo tras él hasta el descanso en las escaleras. Se me acabó la adrenalina y con los últimos vestigios le grité “lárgate y no vuelvas más”. Acto seguido, corrí a casa de mis padres por si se le ocurría volver…

En el metro. si algún nefasto me mira yo les clavo la mirada, con una sonrisa burlona y desorbitando los ojos, enseño los dientes, todo esto mientras me afilo las uñas como garras. Dejan de mirarme y de seguirme.

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La Crítica