[Vencer el miedo] Rugido
Grité fuerte y con voz grave “¡Aaarghhh!” él empezó a correr y yo lo perseguí. Le di una patada en la espalda y se tropezó en las escaleras.
Grité fuerte y con voz grave “¡Aaarghhh!” él empezó a correr y yo lo perseguí. Le di una patada en la espalda y se tropezó en las escaleras.
La partera me dijo que ya no debía tener más, que la vejiga ya se me estaba cayendo por tanto escuincle. De todos modos yo no quería más, la niña por fin me había tocado.