¿Cómo no nos va a atravesar la guerra? Creo que a veces no nos damos cuenta, no lo advertimos, no le ponemos nombre, porque pareciera que tampoco tenemos un lenguaje para nombrarlo.
No sé cocinar. Desde muy niña lo consideré una carencia, falta tristísima de una capacidad ambicionada.
Conocimiento, tecnología, deporte, arte y mucho trabajo no pagado son algunos de los varios aportes de las niñas a México.
Mi abuela materna me enseño a hablar con el fuego, cómo pedir permiso cada día al despertarme.
A continuación, una pequeña lista de libros, películas, series y actividades catalogadas como feministas para niñas y adolescentes.
Tania Saint no puede olvidar la frase que le dijo el que fue su novio mientras la asfixiaba, hace unos días: “no sabes el placer que se siente al poder decidir si una persona vive o muere”.