Por Alejandra Bolívar
No tenemos por qué educar hombres. Esto, nuestras acciones, reflexiones, dolores, no son PARA ellos. Porque parece que nosotras somos asesinadas, violadas, acosadas, explotadas y además les debemos cuidado emocional e intelectual en tiempos de crisis que nos afectan a nosotrAs. No, no les debemos nada, menos aún el conocimiento que tanto trabajo nos ha costado.
Quieren que nos volquemos hacia ellos, no importa que nosotras estemos de luto, con el alma dolorosa de haber perdido a otra mujer a manos de ELLOS. Porque sí, son ellos los que nos matan. Son ellos los que nos violan y nos mutilan. Y eso es estadística pura. Búsquele en Google. No somos nosotras golpeándolos, humillándolos y haciéndoles la vida un infierno.
Odio tener que darles tiempo y líneas, pero este texto es para nosotras. Para decirnos que este momento es para debatir, reflexionar, abrazarnos y entender cómo nos podemos defender. Nuestro tiempo debe ser para NOSOTRAS. Sus quejidos son solamente una estrategia para desviar la atención de nuevo, para decirnos que, al final, tenemos que regresar a ese papel impuesto de cuidado, que no tenemos posibilidad de escaparlos.
¡NO! Basta de darles todo. Lo vuelvo a decir: no les debemos nada. Al contrario, hay una deuda histórica hacia las mujeres. Una deuda que no se salda queriendo marchar o diciéndonos que ellos sí son bien feministas (no hay hombres feministas, búsquele en Google). Patrañas y mentiras. No les crean nada. Corran al lado opuesto y piensen en cómo relacionarse mejor con otras mujeres. Cómo amarnos en serio y proteger nuestras vidas.