Feminismo

No nos hace falta nada

Por Maira Haunau

Dejemos de escaparle a la comodidad y al placer de ser. No necesitamos nada extra (no hay nada que las empresas de estética nos puedan ofrecer que realmente necesitemos para sentirnos bien) para empezar a habitar el mundo como nos salga en el momento. Merecemos desbordarnos y salpicar todo nuestro alrededor. No nos falta nada más para empezar a hacer. No necesitamos maquillaje, ni ropa incómoda, ni zapatos dolorosos, ni satisfacer a toda nuestra familia, ni a nuestras amigas, ni tener una pareja, ni alcanzar determinado cuerpo. No nos tenemos que ganar el derecho a existir porque ya habitamos el mundo a nuestra manera, así, como cuando no nos están mirando ni nosotras mismas nos miramos con ojos de hombre. No nos falta ni nos sobra nada, tenemos la agencia y el pensamiento crítico suficientes para vivir como deseamos hacerlo.

No tenemos que ser perfectas ni cargar con el peso del mundo para merecer tomar decisiones sobre nuestra vida. Disfrutar la forma en que habitamos el mundo es posible. Lejos de ellos y su mediocridad. No hace falta seguir fingiendo que las propuestas masculinas nos satisfacen cuando sabemos que hay una gota de duda susurrando desde nuestra oscuridad, la madre negra: “Tenés la capacidad de gozar más que esto, tenés la posibilidad de ser lesbiana y crear desde la lesbiandad junto a nuestras pares: las mujeres”. No les debemos nada a los hombres, no tengamos miedo al egoísmo, a la soledad, a la responsabilidad. Obvio que es más fácil decirlo que hacerlo, pero en realidad nunca estamos solas. Siempre va a haber una amiga, una madre, una hermana que nos acompañe cuando nos llamen «egoístas» o cuando nos desborden nuestras responsabilidades. Todas pasamos por experiencias similares, creer que somos únicas y diferentes y que nadie puede comprendernos solo nos aísla. Les juro que podemos encontrarnos en la otra porque la otra es como nosotras: una mujer que está intentando ser feliz a pesar de los hombres patriarcales, racistas y explotadores.

Personalmente, sé que me exijo mucho: pretendo tener la vida resuelta a los 22 años. Elaborar una maqueta sin grietas ni errores para ir corriendo a mostrársela a mi familia y a mis amigas. Es una posición muy agotadora y violenta conmigo misma. No me cuido, ni me observo, ni respeto mis tiempos ni mis emociones desde esa posición. Ni siquiera me permito disfrutar mis experiencias. Merezco gozar mis decisiones, mi vida. Erotizar el descubrimiento de mí misma y de las otras. Otras con sus experiencias, exigencias y vivencias propias. Otras que abordan el mundo de una forma diferente, pero que al igual que yo tienen herramientas para encontrarnos.

Mujeres, nos merecemos ahora. Cuidarnos no significa llenarnos de placeres instantáneos que nos distraigan del patriarcado y toda su violencia, sino tener una seguridad y una contención suficientes que no nos hagan dudar sobre nuestro derecho a habitar la naturaleza, todo nuestro entorno.

Feliz (re)encuentro y autodescubrimiento,

Maira.

One thought on “No nos hace falta nada

  1. Merecer una palabra tan fuerte, tan subyugante que me resuena en mi historia, tengo 40 años, puedo ver en mis experiencias de vida como el mundo masculino de aquello que era lo bueno, lo moral, lo esperado lo bien visto para una mujer, trazo y rompió en muchos momentos mis ganas de solo ser yo. De estar como intrusa en mi cuerpo, en mi mente sin merecer.
    Es muy esperanzador que una mujer de 22 años quien a escrito No nos hace falta nada, resuene en colectivo es muy libertador.

    Gracias

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