Por Montserrat Pérez
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Colores vibrantes, escenas nostálgicas, retratos que capturan expresiones faciales que van de la tristeza profunda a lo críptico. María Izquierdo creó a través de su obra mundos donde el contraste en la forma y el onirismo de las figuras se concentran en pinturas que trascienden la temporalidad. Sin embargo, surge la pregunta: ¿quién era María Izquierdo?
María Cenobia Izquierdo Gutiérrez nació un 30 de octubre de 1902 en la localidad mexicana de San Juan de los Lagos en el estado de Jalisco y vivió en diferentes momentos de su vida en Torreón, Saltillo, Aguascalientes y la Ciudad de México.
Su primera formación artística fue en el Ateneo de Saltillo. Sin embargo, a los 15 años la casan y no es sino hasta 1923 que retoma sus estudios de arte en la Ciudad de México, posterior a su divorcio, e ingresa en 1928 a la Escuela Nacional de Bellas Artes donde se desarrolla aún más su vocación y entra en contacto con algunos pintores representativos de la época. Es alrededor de esta época cuando estrecha su relación con el grupo de “los Contemporáneos”, lo cual la ayuda a posicionar su obra.
En el año de 1930 expone su obra en el Arts Gallery Center de Nueva York y posteriormente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) en la muestra Mexican Arts . Fue la primera mujer mexicana en mostrar su obra en los Estados Unidos.
Una constante en su trabajo fue la representación activa de las mujeres, sus pinturas usualmente retrataban o tenían como tema central a la mujer, ya fuese en el circo, haciendo malabares y contorsiones o simplemente sentadas, mirando de manera penetrante e impasible.
María desafió los estándares de su época: se involucró activamente en la defensa de los derechos de las mujeres, realizó murales monumentales, continuó pintando después de la hemiplejia que la dejó paralizada del lado derecho del cuerpo (1948) y trascendió las relaciones y la sombra de los artistas varones con los que se topó. Izquierdo generó un estilo que continúa como referente en el arte mexicano, inclusive cuando la historia se haya encargado de no darle el lugar que dignamente le corresponde. Ella misma lo enunció: «es delito ser mujer y tener talento».
Falleció el 3 de diciembre de 1955 en la Ciudad de México.
*Nota: fue sumamente desesperante leer e investigar la vida de Izquierdo a partir de la lectura que se hace usualmente de ella con respecto a su relación con Rufino Tamayo. Inclusive hay fuentes que obvié y descarté por esta razón. María Izquierdo fue María Izquierdo por su talento, por su pasión por el arte y la pintura, no por ellos, quienes, además, en ocasiones la demeritaron e hicieron a un lado porque «era mujer».
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