Por Liliana Espinosa Pérez
«Me condujeron a una habitación muy oscura y me desvistieron.
Me vendaron los ojos y me dejaron completamente desnuda…
Cuatro mujeres fuertes me obligaron a tumbarme boca arriba;
dos de ellas me sujetaron con fuerza cada pierna.
Otra se sentó sobre mi pecho para impedir que moviera la parte superior del cuerpo.
Me metieron a la fuerza un trapo en la boca para que dejara de gritar.
Entonces me rasuraron.
Cuando comenzó [la mutilación], opuse mucha resistencia.
El dolor era terrible e insoportable. Durante este forcejeo, recibí cortes graves y perdí mucha sangre.
Todos los participantes… estaban medio borrachos.»1
Hannah Koroma.2
Mujer africana que padeció la mutilación genital femenina a los 10 años de edad.
La mutilación genital femenina es una práctica perpetuada desde hace cientos de años en distintas regiones del mundo. Se define como la implementación de ‘‘todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos.’’3
Existen cuatro tipos de mutilación genital femenina:
Clitoridectomía: Resección parcial o total del clítoris y/o el prepucio.
Escisión: Resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores.
Infibulación: Estrechamiento de la abertura vaginal y creación de un sello que la cubre. El sello se forma al cortar y recolocar los labios menores y/o los labios mayores. Puede realizarse con o sin resección del clítoris.
Todos los demás procedimientos lesivos de los genitales femeninos con fines no médicos, por ejemplo: la perforación, la incisión, el raspado o la cauterización.
Según datos oficiales, ‘‘más de 200 millones de mujeres y niñas vivas actualmente han sido objeto de la MGF (Mutilación Genital Femenina) en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra esta práctica.’’4 La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que se realiza en la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años. Asimismo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala que ‘‘la ablación se practica principalmente a niñas y adolescentes de entre 4 y 14 años. No obstante, en algunos países la ablación genital femenina se practica a niñas menores de 1 año, como por ejemplo, en Eritrea y Malí, donde la práctica afecta, respectivamente, a un 44 y un 29% de estas niñas.’’5
Existen varias razones que motivan a cierto grupo de personas a efectuar esta acción. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destaca cinco principales razones:
* Sexuales: a fin de controlar o mitigar la sexualidad femenina.
* Sociológicos: se practica, por ejemplo, como rito de iniciación de las niñas a la edad adulta o en aras de la integración social y el mantenimiento de la cohesión social.
* De higiene y estéticos: porque se cree que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos.
* De salud: porque se cree que aumenta la fertilidad y hace el parto más seguro.
* Religiosos: debido a la creencia errónea de que la ablación genital femenina es un precepto religioso.6
Imagen 1. ‘‘Mutilación genital femenina’’ Recuperado el miércoles 11 de enero de 2017 a las 10:35 horas de https://jaime48.files.wordpress.com/2015/07/1ecc5-___fotosweb_foto22.jpg?w=614
Las implicaciones son numerosas. Desde complicaciones inmediatas como hemorragias, fiebre, dolor intenso, infecciones como el tétanos, problemas urinarios, estado de choque, fiebre o la muerte, hasta consecuencias a largo plazo como complicaciones en el parto, infecciones urinarias, problemas vaginales o menstruales, problemas sexuales, necesidad de nuevas intervenciones quirúrgicas y trastornos psicológicos como depresión o ansiedad.
En este sentido, el tema de la mutilación genital femenina resulta un camino sinuoso no sólo por el hecho que esta acción conlleva en sí misma (resaltando que una persona se adjudica el derecho de obligar a una mujer o niña a que se someta, en contra de su voluntad, a un proceso que vulnera su calidad de vida y sus derechos humanos principales, como el derecho a una vida digna, el derecho a la libertad y, específicamente, el derecho a una sexualidad libre), sino también porque, aunque parezca increíble, aún hay otras personas que la defienden. A pesar de lo que esto puede significar para una mujer a lo largo de su vida, desde repercusiones médicas y psicológicas, lo cierto es que hoy en día este hecho frecuentemente encuentra justificación bajo la sombra de diversas teorías, entre las cuales destaca el multiculturalismo.
El multiculturalismo se entiende como una manifestación de la diversidad y del pluralismo cultural. ‘‘La defensa de la diversidad cultural como una propuesta ético-normativa suele inscribirse en la lógica de que las diferencias – sean entre individuos, grupos sociales, culturas, géneros, sexualidades, etc.- son un bien en sí mismo. El núcleo de esta argumentación es que todas las culturas y todas las diferencias, por el simple hecho de serlo, son deseables moralmente. Estamos, pues, frente a un relativismo cultural para el que todas las culturas, prácticas y valores son equivalentes entre sí.’’7
El problema no radica en aceptar las diferencias que existieron, existen y existirán todo el tiempo. El problema está en aceptar actos violentos y discriminatorios que traspasan la frontera de la simple tolerancia y respeto hacia el otro. Es aquí donde ya no debe encontrarse justificación para aprobar o defender la ablación. Sin embargo, los ejemplos emergen. El 22 de marzo de 2007 se dio a conocer la noticia de que aproximadamente unas ocho mil mujeres de la etnia Embera Chamí, localizada en Colombia, se les había cortado el clítoris. Sin duda esto suscitó un debate político entre distintos grupos sociales, con posturas a favor y en contra. Así, ‘‘las comunidades indígenas agrupadas en La ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia) manifestaron la defensa de esta práctica, argumentando que ‘se trata de una conducta correspondiente a una práctica ancestral del pueblo embera chamí, dentro de su cosmovisión propia’. Esta organización insistió en la defensa del derecho a la autonomía étnica que tienen los pueblos indígenas, y afirman que la ablación del clítoris es una práctica cultural ancestral la cual es muy sagrada dentro de la comunidad Embera.’’8
Por incoherente que parezca, su principal argumento es que es una ‘‘práctica cultural ancestral’’. Sí, es tan absurdo como legitimar las corridas de toros y el maltrato animal sólo porque es una ‘tradición’ realizada desde hace cientos de años, o como justificar la esclavitud sólo porque es un acto milenario que se ha llevado a cabo en prácticamente todo el mundo.
Y así de absurdos e incompletos resultan no sólo los argumentos multiculturalistas y pluralistas que abogan por la mutilación genital femenina, sino también la esencia de su propia conformación teórica tan relativista, pues a pesar de posicionar a la ‘‘particularidad’’ como su principal característica y estar siempre en constante confrontación con un único sujeto (proclamando incluso la ‘‘muerte del sujeto’’) y defendiendo la coexistencia de múltiples identidades, lo cierto es que la presencia de una identidad particular siempre estará referida a una universalidad. ‘‘Toda identidad política está internamente escindida porque ninguna particularidad puede ser constituida excepto manteniendo una referencia interna a la universalidad como aquello que está ausente.’’9 ‘‘Esto significa que lo universal es parte de mi identidad en la medida en que yo esté traspasado por una carencia constitutiva, es decir, en la medida en que mi identidad diferencial ha fracasado en su proceso de constitución.’’10
Por último y a modo de reflexión, apunto esta cita que nos invita a observar y actuar para la contribución de la erradicación de la mutilación genital femenina en lugares donde, lamentablemente, se sufren histórica y sistemáticamente agresiones de todo tipo, como el caso de África: ‘‘sin dejar de preocuparnos por el conjunto de los abusos que sufren las mujeres a manos de costumbres y personas injustas, tenemos que seguir manteniendo la mutilación genital en la lista de prácticas inaceptables que violan los derechos de las mujeres y deberíamos avergonzarnos de no utilizar cualquier privilegio o poder que tengamos para hacer que desaparezca para siempre.’’11
Notas y referencias
1 Amnistía Internacional. ‘’La mutilación genital femenina y los derechos humanos. Infibulación, excisión y otras prácticas cruentas de iniciación’’ Editorial Amnistía Internacional (EDAI) Madrid, España. 1998. p. 36 Disponible en http://www.corteidh.or.cr/tablas/12056.pdf
2 Video: Hannah Koroma, Women Against Violence and Exploitation in Society, Sierra Leone. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=cwRnRUYkrhk
3 OMS. ‘’Mutilación genital femenina’’ Febrero de 2016. Recuperado de http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs241/es/
4 Ibídem.
5 UNICEF. ‘’Mutilación/ablación genital femenina’’ Protección infantil contra el abuso y la violencia. Recuperado de https://www.unicef.org/spanish/protection/index_genitalmutilation.html
6 Ibídem.
7 Amnistía Internacional. Op. Cit. p. 7
8 Marrugo, Nubia. ‘’Multiculturalismo, derechos humanos y derechos de los indígenas en Colombia. Práctica de la ablación en las niñas de la tribu Embera Chamí’’ Revista Scielo. Justicia Juris, ISSN 1692-8571, Vol. 10. Nº 1. Enero – Junio de 2014, p.38 Disponible en http://www.scielo.org.co/pdf/jusju/v10n1/v10n1a04.pdf
9 Laclau, Ernesto. ‘’Universalismo, particularismo y el tema de la identidad’’ Universidad de Essex, Reino Unido, 1995. p. 48 Disponible en http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:filopoli-1995-5-1C777F7B-79B6-19D3-B6B9-B7F90B382C27/universalismo_particularismo.pdf
10 Laclau, Ernesto. Op. Cit. p.46
11 Loretta M. Kopelman ‘’Female Circumcision/ Genital Mutilation and Ethical Relativism’’ en Tasset, José ‘’Génesis y evolución del liberalismo clásico en el pensamiento político británico’’ Revista Iberoamericana de Estudios Utilitaristas-2003, XII/1: 63-112. p. 87 Disponible en https://minerva.usc.es/xmlui/bitstream/handle/10347/5451/pg_065-116_telos12-1.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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