[Poesía] Púchica…
Nos negamos al cepo en el cuello.
Nos rebelamos.
Dejamos de servirles.
Escapamos.
Amamos nuestros cuerpos.
Pronunciamos sortilegios siempre nuevos.
Fuimos magas.
Nos negamos al cepo en el cuello.
Nos rebelamos.
Dejamos de servirles.
Escapamos.
Amamos nuestros cuerpos.
Pronunciamos sortilegios siempre nuevos.
Fuimos magas.
En el mes y medio que va del 2019 ya hay registro de 133 feminicidios en México, según el Secretario Ejecutivo Nacional. Desde el 2017 la ONU reconoció que “el lugar más peligroso para una mujer es su casa” y pidió con urgencia más medidas de protección para los países en donde el problema ya era grave.
Esta es la segunda parte del texto: Ginocidio como oportunidad de negocios para los de arriba LoVa Franca Recuerdo que el año pasado, durante el tiempo en que estábamos recopilando firmas para la candidatura independiente de la vocera de los pueblos originarios organizados en el […]
Y como no es la primera vez que las mujeres tienen motivos para sentir miedo en este país, hay muchas que ya han encontrado herramientas, y han desarrollado sus propios métodos de autodefensa, incluso después de enfrentar impactos dolorosos como el secuestro de una hermana, o de sobrevivir al acoso sexual.
Carmen es mi abuela, partera empírica en el estado de Hidalgo, originaria de Jalisco, nunca aprendió a leer ni a escribir, tuvo ocho hijas y seis hijos, contaré su historia porque ella siempre la cuenta, porque necesita que la sepamos, porque para ella es importante que nos liberemos de los opresores, porque siempre dice “no los necesitamos”
Juana Belén de Mendoza, autora de estas palabras, fue escritora, periodista y luchadora social. Se opuso -en plena época porfirista- a las dictaduras, la iglesia y a la opresión de mujeres, población indígena y clase trabajadora.