Por Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Ciudad de México.- Con registro civil, poesía a micrófono abierto, consignas en apoyo a las madres buscadoras, vulvas en arte bordado, bailes entre mujeres, masajes, una lotería transgresora, un hospital del corazón de psicoterapia, lectura de tarot y muchos y diversos afectos políticos, el sábado 15 de febrero de 2025 se llevó a cabo en la Ciudad de México la Kermes Lencha, un espacio de encuentro seguro para mujeres lesbianas.
La Kermes Lencha —que tuvo lugar en el Centro Cultural Futurama— fue un espacio revestido de acciones políticas, tanto en las diferentes expresiones artísticas que se mostraron, como en la vendimia de productos autogestivos, así como en sus propósitos: revertir la lógica del denominado “Día del Amor de la Amistad”, que se conmemora el 14 de febrero.
“Con este evento (la Kermes Lencha), nosotras planteamos el amor entre mujeres, pero no desde una propuesta sexoafectiva, sino también entre las amigas, las amoras. Se trata de mostrar que no estamos solas, nunca estamos solas y no podemos ser parejocentristas porque eso es muy heteropatriarcal. Nosotras vamos desde la colectividad y sí desde el amor entre mujeres, pero no desde ese amor que nos vendieron. Nosotras construimos un amor muy distinto y que tiene miras a otras cosas, nos priorizamos a nosotras”, dijo una de las seis organizadoras de este evento, la artista Norma Jiménez, también conocida como la “Malhablada”.
Una de las actividades de la Kermes Lencha fue un registro civil en el que se celebraron bodas (de forma simulada) entre mujeres.
“Estamos presentes por el puro placer de saber que dos mujeres se aman (…) El acuerdo de hoy es para celebrar la cercanía entre dos mujeres pero también la lejanía que les recuerda que son dos diferentes que se aman, quienes ahora experimentan al amor como el gran movilizador de la vida, quienes saben que el amor es lo más importante si no se confunde con lo que no es: la manipulación, la tortura y los golpes. Hoy festejamos la AMORA acompañada de sus verdades y despojada de las evasivas inventadas por quienes nos desean someter”, decía el acuerdo amoroso que escribió Verónica Villa —artista muldisciplinaria y fundadora del proyecto “malEducadas”— y que se leía a las mujeres que se casaban con sus parejas, sus amigas o con ellas mismas.
Además del registro civil, en esta Kermes Lencha —a la que se registraron más de 100 mujeres— también hubo un módulo para jugar una lotería en la que, en lugar de las representaciones clásicas, las papeletas tenían casillas e ilustraciones con nombres como “las comadres”, “las amigas”, “la madre autónoma”, “la comandanta”, “Mayahuel”, “la diabla”, “el clítoris”, entre otras.
La Kermes Lencha es el inicio de un objetivo más grande: crear una comunidad, construir un tejido, una red, entre mujeres, particularmente entre productoras y creadoras lesbianas, explicó Jiménez.
Si bien el objetivo central fue propiciar un espacio de encuentro seguro y separatista para mujeres lesbianas, con la Kermes Lencha también se busca crear una plataforma, física y digital, para hacer más visibles los proyectos autogestivos de mujeres, así como el trabajo de carpinteras, artistas visuales, cocineras y otras creadoras lesbianas quienes habitan la Ciudad de México, sus periferias u otras entidades del país.
Entre los proyectos autogestivos que se presentaron estuvo “Sueños Zapotecos”, de chocolate artesanal; “Semilla microdosis”, de tintura madre para microdosis como propuesta terapéutica para la salud integral; “De otros mares”, de artículos personalizados para mujeres lesbianas y feministas; “DesNuda.da”, con productos para el placer consciente y el bienestar de las mujeres; “Katai vegano”, alimentos libres de crueldad animal; el arte con papel y estambre de Julieta Puente; “Aura púrpura”, marca de cosmética natural; “Tomilla tomates”, comida basado en plantas; “Yadithe”, un proyecto artístico que explora el concepto del corazón como órgano que genera energía vital; “Urania”, tarot con aprendizajes transferidos de madre a hija; “LiCoatlucie”, florería lésbica; “MalEducadas”, una organización para la creación de espacios autogestivos; aretes y accesorios elaborados por Aleida Violeta; botana de harina de nopal y amaranto, por parte de Diana López; el arte bordado de La Bordadiosa; entre muchos otros que se pueden encontrar en las redes sociales de la Kermes Lencha.
También se presentó M.M, una artista multidisciplinaria que, entre malabares y movimientos de hula-hula, hizo críticas al amor romántico y a los mandatos sobre las distintas formas de amar de las mujeres. Asimismo, se abrió el espacio para micrófono abierto y poesía feminista con Montserrat Pérez, Karina Vergara, Jan Rosagel, Carol Cervantes, Aura Sabina y otras artistas. Al cierre del evento, hubo música y baile con Las Musas Sonideras, un proyecto que reúne a diversas mujeres sonideras de México.
“Las artistas lesbianas por supuesto que no tenemos el apellido, el renombre, no tenemos el color de piel, no tenemos la plataforma ni todos los recursos, por eso es importante poder posicionarnos acá. Nuestra propuesta de arte es distinta porque no estamos hablando de cuerpos sexualizados, ni de la romantización de la desnudez o de mandatos hegemónicos. También tenemos a las productoras que hacen sus proyectos a mano. Se buscó que los proyectos no fueran reventas, sino creaciones de productoras lesbianas”, explicó “La Malhablada”.
Y agregó: “Vivimos en un contexto muy complejo para las lesbianas, no sólo de no visibilidad, sino de odio por no servir al patriarcado, por no elegir estar con un hombre y no brindarles ningún tipo de cuidado, sobre todo en espacios separatistas. A las mujeres que conozco les digo: no consuman arte de hombres, porque al final eso termina abonando al poder que de por sí ya tienen y mientras más poder tienen, más capacidad tienen de violentar a otras mujeres. Prioricemos la seguridad entre nosotras”.
En el evento también se presentó una exposición sobre la vida de Lilia Alejandra García Andrade, desaparecida —y posteriormente asesinada— un 14 de febrero de hace 24 años en Ciudad Juárez, Chihuahua. Esta exposición —que hizo Jade García Andrade, hija de Lilia— recoge un bordado, fotografías, reconocimientos, ropa y otras piezas que permiten conocer a Alejandra en vida y no sólo como víctima.
La Kermes Lencha fue organizada por Verónica Villa, Norma Jiménez, Carol Serrano, Gabriela Landa, Yadiht y Norma Cruz, un grupo de amigas y mujeres lesbianas con diferentes saberes y expertises. “Nos dimos cuenta que conocemos a muchas compañeras, amigas lesbianas. No es que trajimos a la mejor productora de no sé dónde o que ya son muy reconocidas, no, nosotras queremos a nuestras amigas, que vendan y que nos conozcamos otras (…) tratamos de incluir a las más amigas que pudimos y que vivimos de la autogestión”, detalló Norma Cruz, contadora y creadora del proyecto de talleres “Autonomía fiscal para mujeres”.
“La idea también es mostrar la representación de todas las lesbianas que es muy diversa, aquí hay lesbianas que somos mamás autónomas, hay lesbianas muy jóvenas, hay de todo. Todas tenemos un fin común, que somos lesbianas, que queremos convivir en un espacio en el que nadie nos haga daño y que podamos ser libres”, agregó Cruz.