Entre las calles coloridas del camposanto
una multitud a la Catrina le causó espanto.
Muchas mujeres de pronto marchaban
con mucha furia exigían y gritaban.
Justicia para sus hermanas vivas
ya no más muertes excesivas.
A la huesuda pidieron un trato
que a las almas nuevas llevara sin maltrato.
La calavera se detuvo a escucharlas
tenían mucha razón en su charla.
Algo le parecía un poco extraño
muchas chicas murieron el último año.
La Catrina se puso muy triste
tenía un servicio peor que el del ISSSTE.
Algo estaba haciendo mal
que tantas chicas murieran no era normal.
Entonces la calaca se puso a pensar
a los violadores se tenía que llevar.
No más mujeres asesinadas,
la muerte se hizo su aliada.