Por Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Ciudad de México, junio de 2018
La planeación y construcción de las ciudades y de la infraestructura pública en México han estado a cargo mayoritariamente de hombres. Sin embargo, mucho del conocimiento que existe hoy sobre la ingeniería (en sus diferentes ramas) es producto del trabajo, las ideas y la experiencia de varias mujeres que desde la década de los 20 incursionaron profesionalmente en esta ciencia.
La Ingeniería, en sus distintos ámbitos, ha sido una de las ramas del conocimiento del que las mujeres han sido más excluidas. En 2017 en la carrera de Ingeniería Civil, por ejemplo, había una mujer por cada 10 varones, de acuerdo con el Observatorio Laboral que tiene datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Aunque desde los inicios de la sociedad las mujeres participaron de muchas formas en la construcción de las ciudades y los espacios de vivienda, la primera mujer que ingresó a la carrera de Ingeniería en México y obtuvo un título universitario de esta profesión lo hizo más de 100 años después de que se creara la Escuela Nacional de Ingenieros, ahora Facultad de ingeniería de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Fue a partir de 1920 cuando las mujeres pudieron convertirse en alumnas y luego en profesoras e investigadoras, colaborar y dirigir archivos y centros de investigación, o participar profesionalmente en la planeación urbanística y construcción de obras públicas.
A continuación te presentamos una lista de 6 mujeres que fueron las pioneras en México y que además contribuyeron con sus conocimientos a la formación de más personas ingenieras y a la construcción de varias obras públicas, y otros estudios, importantes para el país:
1.- Concepción Mendizábal Mendoza
Es considerada la primera mujer en México que se graduó de la carrera de Ingeniería Civil. Ingresó a la Escuela Nacional de Ingeniería en 1926 y se tituló en 1930 con la tesis Proyecto de una torre elevada de concreto armado para 300 m3 de agua, de 20 metros de alto con un mirador en la parte superior; desarrollando los principales detalles de la construcción. Se convirtió en protosecretaria de la Sociedad Científica Antonio Álzate y fue coautora del Índice general por autores y materias de los tomos 1 al 52 (1887-1931) de las Memorias y Revista de la Sociedad Científica Antonio Alzate. Después de ella, otra decena de mujeres estudió Ingeniería, pero no existe un amplio registro de su ejercicio profesional.
2.- Ángela Alessio Robles
Se tituló como Ingeniera Civil en 1943 -13 años después de Concepción- con la tesis Control y regulación de las corrientes del Valle de México, caso Milpa Alta. Estudió una maestría en Ciencias en Planificación y Habitación en la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1946, y se convirtió en profesora de matemáticas en la Escuela Nacional Preparatoria, en México.
Fue la primera mujer cuyo trabajo se destacó en el sector público. En 1948 ingresó al entonces llamado Departamento del Distrito Federal, hoy gobierno de la Ciudad de México, y fue Directora General de Planificación, Presidenta de Planificación del DF y Directora del “Plan para el Desarrollo Urbano” del D.F.
Durante su paso por la administración pública se concretó la Ley de Desarrollo Urbano y el Plano Regulador de la Ciudad de México, y se crearon grandes obras como la Merced, la Torre Latinoamericana, el Autódromo, el Centro Médico La Raza, varias calzadas y avenidas, así como múltiples unidades habitacionales para las personas trabajadoras del Estado, su principal línea de trabajo e investigación.
Ángela también participó como secretaria de Desarrollo Urbano de Nuevo León en la construcción de la Macroplaza, en Monterrey, considerada la quinta plaza más grande del mundo. En 1965 fue nombrada la mujer del año, tres años después recibió en París la presea de la Legión de Honor Nacional y en los años 70 fue nombrada La mujer de la década. Se hizo integrante del Colegio de Ingenieros Civiles de México, y fue Presidenta del Comité del medio Ambiente en 1992.
Fue la primera Ingeniería Topográfica en México. Se tituló en 1948 de la ENI como la mejor pasante de su generación. Su tesis fue La fotogrametría como auxiliar de la topografía. Inició su carrera profesional como ayudante investigadora en el Instituto de Geografía, donde trabajó por más de 50 años. Durante los primeros años de su profesión se dedicó a la práctica de la fotogrametría aérea (fotografía área para determinar las características de un territorio) y a la cartografía.
En 1950 ganó la beca Witbeck y viajó a la Universidad de Wisconsin, donde decidió investigar la climatología. En 1970 obtuvo la Maestría en Ciencias (Geografía) con la tesis Modificaciones al sistema de clasificación de climas de Koppen para la República Mexicana, una herramienta central para identificar la variación de climas en cada región del país. Tiene 25 artículos publicados en revistas, 10 libros, 14 capítulos en libros, 16 trabajos in extenso en memorias de Congresos nacionales e internacionales, así como 12 mapas, entre los que destacan la Carta de Climas de la República Mexicana y la nueva Carta de climas del país.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, (Conacyt), sus trabajos han contribuido a comprender las causas de la variación ambiental del país, entender los aspectos climáticos que rigen el territorio mexicano y a reconocer la importancia de la interacción de las disciplinas científicas.
Fue fundadora de la sección de Climatología, fungió también como jefa del Departamento de Geografía Física e integrante del Consejo Interno del Instituto de Geografía, e impartió clases en diferentes niveles, particularmente en el posgrado de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
Después de jubilarse como Investigadora de tiempo completo en 1977, continuó su trabajo como Asesora Investigador en el mismo instituto durante 22 años más. También fue integrante activa del Tribunal Universitario de la UNAM, Presidenta del Comité Internacional de Enseñanza y Textos de Geografía del IPGH, y Consultora de la ONU a través de la Organización Meteorológica Mundial.
Ingresó a la carrera de Ingeniería Civil en 1945, también en la ENI. En 1970 obtuvo el grado de maestra en Ingeniería con la especialidad de estructuras. Se desarrolló profesionalmente como proyectista en la Dirección General de Obras del Valle de México, y como calculista en la Secretaría de Recursos Hidráulicos. Ella participó en la Dirección de Obras en la creación de Ciudad Universitaria (CU).
Además de esta actividad, su trabajo destacó principalmente en la academia. En 1954 se convirtió en profesora de la Facultad de Ingeniería (FI), e impartió asignaturas como geometría descriptiva, álgebra, álgebra lineal, álgebra y geometría analítica, ecuaciones diferenciales y en diferencias, ecuaciones diferenciales, probabilidad y estadística, estática, cinemática, dinámica, métodos numéricos.
No sólo fue de las primeras maestras en esta facultad, sino que también fue la primera mujer a cargo de una coordinación de asignatura, y luego coordinó todo un departamento académico. Posteriormente fue la primera en dirigir una división de estudios, la de Ciencias Básicas, y en 2004 se convirtió en la primera ingeniera galardonada con el nombramiento de Profesora Emérita de la FI.
La Fundación ICA le otorgó en 1997 el Premio a la Docencia en Ingeniería Civil. En 1999, obtuvo el Premio Universidad Nacional en el área de docencia en ciencias exactas. En el 2000, recibió la medalla al Mérito Académico de la AAPAUNAM, y en 1988 obtuvo la beca del Programa de Cooperación Interuniversitaria ALE de la Agencia Española de Cooperación Internacional, en la Universidad Politécnica de Valencia, España, y en el 2003 fue la primera en recibir el premio Juana Ramírez de Asbaje.
5.- California Odha Zertuche Díaz
Se graduó como ingeniera civil en 1954 en la Escuela Nacional de Ingeniería de la UNAM con la tesis Proyecto de alcantarillado de la población de Ensenada. Su trabajo de tesis sentó las bases para llevar drenaje y agua potable a ese municipio, por lo que en 2014 fue galardonada como “Forjadora de Baja California”. Fue la principal promotora para instalar la infraestructura pluvial de Ensenada, pero también fue maestra fundadora de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), creada en 1957, y de la Escuela de Ciencias Marinas, fundada en 1960. También donó inmuebles y terrenos para la Ciudad deportiva y distintas escuelas universitarias de su entidad. Fundó además la primera Asociación de Mujeres Profesionistas del estado y la Cruz Roja local.
6.- Josefa Cuevas de Sansores
Fue la primera ingeniera geóloga en México. También realizó sus estudios en la ENI de la UNAM. Presentó su examen profesional en 1950, pero desde 1946 ya trabajaba en la Gerencia de Exploración de Petróleos Mexicanos como ayudante de paleontólogo.
En 1949 se hizo cargo del Laboratorio de Paleontología, desde donde estudió las formaciones geológicas. Analizó muestras de geología superficial y también del subsuelo. Después de varios ascensos alcanzó la jefatura de Paleontología de la Zona Sur y Norte.
En 1969 se incorporó al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) como jefa del Departamento de Micropaleontología del Terciario, desde donde analizó todas las muestras sedimentarias del país para conocer más sobre la microfauna y la estratigrafía de México. En su departamento se preparaban los catálogos de los foraminíferos planctónicos y bentónicos, se determinaban sus edades y el ambiente del depósito, lo que contribuyó a la interpretación de los estudios paleogeográficos (el estudio geológico de las condiciones del suelo) y su relación con la presencia de hidrocarburos; es decir, información central para la identificación de petróleo y las condiciones para su explotación. Después de jubilarse siguió prestando servicios al instituto como asesora independiente. En 1990 la Sociedad Geológica Mexicana, A.C. le otorgó un diploma en reconocimiento a su labor en beneficio de las ciencias de la Tierra.
Gran parte del trabajo de estas pioneras y profesionales de la ingeniería puede consultarse en las bibliotecas de la UNAM.
Fuentes:
No importa el tiempo, los obstáculos las mujeres siempre se daran su lugar con o sin ayuda del hombre porque ellas pueden hacer todo lo que se propongan sin que las obliguen.