3 cosas que me sirven para calmar (un poquito) mi ansiedad
Por Montserrat Pérez
Mi ansiedad y yo nos conocemos. A veces paso periodos largos conviviendo bien con ella, nos amigamos un poquito, disfrutamos de las cosas de la vida, paseamos sin mirar 40 veces el celular para ver la hora ni buscando salidas de emergencia o rascarnos la cabeza hasta que sangra. A veces todo pasa casi normal.
Sin embargo, hay situaciones que la disparan o la hacen ponerse a gritar en mi oído que todo está mal. Pensamientos recurrentes, ese calor que inicia en el estómago y sube hasta mi frente hasta convertirse en sudor frío, todo parece estar mal, se entrecorta la respiración, me duelen las manos, lloro, intento llorar, me quedo inmóvil para intentar que mi cuerpo no salga corriendo, para evitar rasguñarme la piel.
Cuando eso sucede, hay pocas cosas que me funcionan. He leído algunos manuales y textos con listas gigantescas que hablan de los pasos a seguir cuando hay un ataque de ansiedad, como recetas de cocina, pero la cosa es que la mente no funciona igual en esos momentos. No se siente que haya tiempo para diez mil puntos a seguir.
Con el tiempo y a pura base de prueba y error, además del apoyo y sugerencias de personas muy queridas, encontré que sí hay algunas cosas que me sirven para calmar un poquito mis situaciones de ansiedad, las voy a compartir, por si a alguna de ustedes le sirve:
Antes de la tormenta: hay días en los que siento que estoy más susceptible que otros, me cuesta trabajo concentrarme, tengo un pensamiento recurrente, no escucho bien lo que me están diciendo, los ruidos fuertes me asustan mucho o me molestan cosas que usualmente me dan igual. Tomo todas estas situaciones como señales de alerta. Cuando me siento así, tomo más agua, no tomo café (ni bebidas con cafeína) y limito mi ingesta de azúcares. En general, tomar agua es lo que me cuesta más trabajo, pero sé que puede ser la diferencia entre sentirme más tranquila o que mi cuerpa se encuentre en dificultades. También noto que el café puede ser detonante, así que lo tomo poco, lo mismo que ciertos alimentos (panes blancos, dulces, etcétera).
En el momento: este punto si es igual que casi cualquier artículo que hable de ansiedad, y es que sí es fundamental. Puede parecer simple, pero no lo es cuando ya estamos en un momento de crisis y esto es RESPIRAR. Pero no solamente es respirar, a veces se siente que no podemos o que es muy difícil, la cosa es tomar el control de la cuerpa de nuevo, lo cual implica una respiración consciente que se acompaña por el resto del cuerpo, especialmente los músculos. El ejercicio es simple: tomar la mayor cantidad de aire posible en el momento y guardar la respiración contando hasta 5 y tensando todo el cuerpo y por todo el cuerpo me refiero a TODO, desde las manos hasta los párpados y los pies. Después se deja salir todo el aire como si quisiéramos que nuestro estómago tocara la espalda y se suelta el cuerpo. Usualmente lo repito cuantas veces sea necesario, aumentando los segundos que guardo la respiración y contando en mi mente.
Después o cuando bajó un poco la intensidad de la crisis: en mi caso lo que sirve es escribir, escribir lo que estoy sintiendo o lo que interpreto de lo que sucede. Escribo hasta que me canso, hasta que siento que las palabras atrapadas o los pensamientos recurrentes se quedaron en el papel. Es diferente verlo afuera que sentirlo dentro, a veces sólo necesito leerme para entender que no todo está mal, que eso que estoy pasando es algo que de hecho pasa y el movimiento de la mano, además de la concentración en el escrito, me permiten retomar todavía más control sobre mí misma. Esta escritura la acompaño a veces de música muy ligera. También a veces le escribo a alguien más para charlar y eso también ayuda, el compartir lo que siento o simplemente tener una conversación con alguna amiga sobre algo tranquilo como música.
En los años que llevo pasando por episodios de ansiedad, creo que lo más importante ha sido dejar de negarlo, dejar de decirme que algo está mal en mí o que estoy exagerando. Creo que se nos ha impuesto esto de cargar con las emociones del mundo y procurarlas, pero sin encargarnos de las propias. Cuidarnos es resistir, ya lo he dicho antes y otras compañeras lo han dicho también, pero es que es verdad. También pienso que muchas mujeres pasamos por esto solas y no es necesario, podemos acompañarnos en estos procesos, podemos confiar en aquellas mujeres que nos aman y que amamos.
Mente y cuerpa están unidas y van a reaccionar a todo lo que vivimos, es natural, el punto es que no nos perdamos en eso, que no se torne la existencia en un sufrir constante, al contrario, que podamos encontrar caminos que nos lleven hacia el disfrute de la vida y nos permitan seguir construyendo mundos diferentes.
Yo no soy experta en estos temas, hablo desde mi experiencia, desde lo que me ha servido, desde eso que he logrado reconocer a través de un trabajo intenso de autoconsciencia en el que sigo y comparto estos tres puntos por si a alguna compañera le resuenan o le hacen sentido, que sienta que está alguien con ella. Que sí, estoy con ustedes, aunque se así, con mis palabras y mis sentires. Aquí estoy. Estamos.
3 thoughts on “3 cosas que me sirven para calmar (un poquito) mi ansiedad”
Antes de leer tu texto puse la pregunta en mi diario y me respondí:
-Alejar el celular
-Tomar agua simple como desquisiada
-Comer cosas frias
-Dar un respiro profundo afuera de mi casa
-Sentir mi piel
-Escuchar lofi
Cuando lei tu texto me senti acompañada en estos cuadros de ansiedad. Y que ultimamente han crecido mucho.
Gracias
Gracias 💜
Útil, claro, práctico mensaje. Gracias porque uno nunca sabe con certeza como se siente otra persona y eso nos evita ayudarla. Saludos.
Antes de leer tu texto puse la pregunta en mi diario y me respondí:
-Alejar el celular
-Tomar agua simple como desquisiada
-Comer cosas frias
-Dar un respiro profundo afuera de mi casa
-Sentir mi piel
-Escuchar lofi
Cuando lei tu texto me senti acompañada en estos cuadros de ansiedad. Y que ultimamente han crecido mucho.
Gracias