Si bien el espectro de radio pública en México corresponde principalmente a programas generados por hombres y con contenidos que refuerzan estereotipos de sexo, las comunicadoras han construido históricamente los espacios radiofónicos para que las audiencias femeninas –especialmente en el ámbito rural– tengan contenido sobre las mujeres desde un enfoque feminista.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) reportó que durante los meses de julio, agosto y septiembre de 2019, el consumo de radio entre las mujeres en la Ciudad de México fue del 10.51% entre semana y 9.49% en sábados y domingos.
Los horarios de mayor frecuencia fueron de lunes a viernes, de 10:00 a 11:00 horas (22.08%); y las mujeres de 25 a 44 años fueron las que registraron mayor participación, con 42.45%, más de la mitad de bajos o muy bajos ingresos.
Siete de cada 10 radioescuchas prefiere la banda de Frecuencia Modulada (FM), donde escuchan en primer lugar Ke buena y La Zeta (música regional y revista). Asimismo, en AM las mujeres prefirieron en primer lugar el programa Encuentro con tu Ángel (religión) en Fórmula Femenina 1470.
De acuerdo con el reporte más reciente de The Global Media Monitoring Project (GMMP) (que elabora un monitoreo cada cinco años), en 2015 las mujeres constituyeron únicamente 24% de las personas sobre las cuales se leyó, vio o escuchó en la prensa escrita y los noticieros de la televisión o la radio. Exactamente la misma cifra que en 2010. De las notas informativas en los diarios y en programas informativos en la televisión y la radio, únicamente 37% lo reportan mujeres, pero hay mayor presencia de reporteras en la radio (41%) y menos en la prensa escrita (35%).
El GMMP ha evidenciado que el sexo de quien produce las noticias influye en el ángulo de la noticia, toda vez que cuando una mujer escribe la noticia, ésta tiene dos veces más probabilidades de consultar a otra mujer como fuente de información y de cuestionar la desigualdad de género. Hasta 2015 solo 4 por ciento de las noticias cuestionaba los estereotipos de género.
Las propuestas feministas
Por ello, aunque sin presupuesto, bajo amenazas y poco espacio, las mujeres se han involucrado desde 1920 –cuando la radio aún era experimental en México– en la radio. De acuerdo con el libro Damas con antifaz, de Rita Abreu, las primeras mujeres participaron en la radio a través de las artes como el canto o la poesía.
La investigación señala que una mujer llamada María Luisa Ross Landa fue, en 1925, la primera mujer en ocupar un cargo directivo en una emisora, la CZE, de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Ahí se preocupó de abordar temas como higiene, salud, “economía doméstica” y otros. A la par, los medios impresos trataban debates sobre los derechos de las mujeres a la educación y al trabajo.
En adelante, de acuerdo con Arau, las mujeres participaron en la radio, pero no se colocaron con el mismo énfasis que en la prensa los contenidos relacionados con sus derechos. En 1931, una emisora del partido Partido Nacional Revolucionario (PNR) produjo un programa de radio llamado Acción Social Femenina, que trató temas como la Ley Federal del Trabajo, los derechos de las obreras, la mujer y la Revolución, entre otros. En esa época, la charlista Carmen Madrigal fue una de las pioneras en introducir en la radio de la década de los treinta programas en los que se problematizaba la condición social de las mujeres, con contenido protagonizado por la población femenina.
De acuerdo con Damas con Antifaz, en 1952 –cuando se discutía el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres– surgió la que sería la primera estación de radio dirigida y operada completamente por mujeres. Se llamó Radio Femenina y duró siete años. Sus objetivos eran de mercadotecnia y no destacó por contenidos que reivindicaran los derechos de las mujeres.
Los años siguientes las mujeres, en especial las periodistas, consiguieron posicionarse en distintos cargos dentro de la radio. Aunque, hasta donde se tiene registro, no constituyeron programas feministas durante muchos años, sí buscaron espacios para hablar de las circunstancias de vida de mujeres de distintos sectores, especialmente en épocas o contextos de mucha movilización social, como la década de los 60’ y 70’ en México.
A la par de la historia de la radio pública, en las zonas rurales las mujeres participaron y se involucraron en la consolidación de espacios radiofónicos que abordaran contextos más cercanos o locales, como son las radios comunitarias, independientes (sin espectro concesionado) o por internet. Estas radios cobraron auge en los años 70’.
Un ejemplo de la participación de las mujeres y la importancia de las radios comunitarias fue la del municipio mazateco de Mazatlán Villa de Flores, en el estado de Oaxaca. En 2006, el gobierno de Oaxaca, encabezado entonces por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), emboscó y atacó con militares a las y los integrantes de la Radio Nanhdiáa (consolidada en el año 2000) por informar sobre la represión magisterial que se vivió en 2006 en la entidad oaxaqueña.
La emisora cerró hasta que dos años después, una de sus integrantes, María Guadalupe Blanco Méndez, ahora operadora de Radio Nanhdiá, se animó sin ningún apoyo económico a revivir el proyecto con más mujeres comunicadoras. Ahí desarrolló una barra programática sobre los derechos femeninos (como radionovelas que problematizan la pobreza, violencia y desigualdad que enfrentan las mujeres en la comunidad) y se integró a la Red de Mujeres de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC-México), conformada por comunicadoras de todo el país que se dedican a la participación de más mujeres en las radios comunitarias e indígenas.
Como esta radio, hay varios otros ejemplos de programaciones locales feministas o sobre los derechos de las mujeres que se consolidaron de manera independiente, sin concesión en FM o AM, por internet, con bajo alcance y sin fines de lucro.
Fue hasta 2017, cuando la Alianza por el Derecho de las Mujeres a Comunicar (integrada comunicadoras feministas) consiguió la primera frecuencia de FM (106.1) de uso social comunitaria en la capital del país con programación totalmente feminista. La emisora se llama Violeta Radio y se escucha la Ciudad de México y Zona Metropolitana.