Por Mónica Pérez (Perú)
¡Ay, que muero de llanto!
¡Ay, que muero de dolor!
La muerte me ha llegado
a manos de ese maldito que prometía amor.
Muchas veces pedí ayuda
pero nadie me escuchó
mi palabra estaba en duda
mi vida no valió.
Yo quería una vida libre de golpes y gritos
caminar sin miedo al anochecer
expresar mis ideas y derribar estereotipos
nuestros derechos hacer valer.
Desde este frío lugar yo te digo a ti, mujer:
“Quien te ama, no te humilla, no te viola, no te mata”.
No te dejes engañar, no te dejes convencer,
el amor es respeto por eso abandona al que te maltrata.
¡Ay, que muero de llanto!
¡Ay, que muero de dolor!
La muerte me ha llegado
y es por un maldito que me mató.