Vivo en una sociedad que pone sobre los cuerpos de las mujeres las exigencias de poseer un cuerpo delgado (cierto tipo de cuerpo delgado, que sí tenga curvas), que excluye cualquier otro tipo de corporalidad que no esté basada en el estereotipo de las modelos con medidas de busto-cintura-caderas-90-60-90. No nos quieren ver gordas, eso es asqueroso, no es consumible, solo es redituable para acercarnos ciertos tipos de productos, de alimentos, de cosméticos, de dietas, de cirugías. Las gordas somos consumidoras de neoliberalismo, nos obligan a odiarnos todo el tiempo, a todas horas y nos repudian también. Decidí tomar su gordofobia y escupirla a la cara, decidí aceptar mi cuerpo con todo su volumen y su masa, con sus redondeces, sus pliegues, sus figuras. Aprendí a no juzgar el cuerpo de otras mujeres. Decidí ser una sirena disidente. No ha sido fácil, pero decidí ser gorda y amarme, como un acto político. Soy gorda. Aquí estoy, aquí sigo.
Lau Escol
Hola! soy de una pequeña editorial autogestiva llamada ediciones la social! estamos haciendo una pequeña compilacion de textos que ayuden a pensarnos desde el amor propio y nos gustaria incluirla en este fanzine! todo lo que editamos es sin copyright y lo subimos a internet! ojala sea posible ponernos en contacto! Saluditos