Arte

[Calaveras Feministas IV] A mis hermanas asesinadas y a mis ancestras calladas

Por Julia Oropeza

 

No son «las muertas«

Porque no murieron como mueren los hombres viejos

A ellas, las asesinaron.

El color de sus mejillas ahora es un recuerdo

El largo o corto de su pelo ahora es un cuento

Y sonido de sus risas, no se lo llevó ningún viento

¡Te las llevaste tú!

Les quitaste la vida porque nadie te detuvo

Porque sus gritos no valieron

Ni sus llantos

Ni su temor

¡Ellas no son las muertas!

No te atrevas a mancillar su memoria…

¡SON LAS ASESINADAS!

¡Y las mataste tú!

TÚ, TÚ Y SÓLO TÚ, REINANTE PATRIARCA.

No sé si hubo un cielo esperándolas

Pero aquí, ya no tienen nombre, ya sólo son cifras

No sé sí hubo un paraíso a su llegada

Pero aquí, su feminicida, vive en la tierra del macho libre

No sé sí ya descansan en paz…

Pero hoy, hermanas, tienen un lugar en mi mesa.

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La Crítica