Libertad Oviedo
djovenes@impetumexico.org
Frente a un mundo donde todo se vende, donde existe una sobreexposición a la mercadotecnia, al consumismo voraz, las alternativas no se hacen esperar. O unx se mete de lleno al juego del capitalismo y compra desmedidamente para saciar la sed del consumismo, aunque sus tarjetas de crédito estén más que sobregiradas o, por el contrario, busca alternativas, escudriña otras maneras de relacionarse, otros modelos de vida. Algunas y algunos ciudadanos cansados de las pocas opciones que tenemos han decidido organizarse para realizar algo nuevo, algo que rompa con los paradigmas establecidos.
Laura es una joven que fascinada con la idea de crear un proyecto ciudadano, es decir, “de ti para mí”, decidió iniciar Te enseño a andar en bici, un proyecto que busca ser un “semillero de nuevas ciclistas”, un espacio para aprender andar en bicicleta.
Cuando le pregunto a Laura cómo inició Te enseño a andar en bici, su cara inmediatamente refleja una sonrisa, como la gran mayoría de los proyectos, inició por un gusto personal, pues después de que ella misma se subió a la bici y la adoptó como medio de transporte, enloqueció. “Me volví una loca, entonces empecé a decirle a todo el mundo que estaba padrísimo, que deberían probarlo”. Poco a poco su propia experiencia como recién ciclista urbana la llevó a querer compartir esa práctica, porque lo cierto es que el camino no es fácil. A pesar de que desde muy pequeña su padre le enseñó a andar en bici, en la adolescencia la dejó y fue hasta hace unos años que la retomó. “Cuando yo empecé, a mi nadie me dijo nada, yo sabía pedalear y no sabía nada de andar en la calle, un día agarré y me salí así, me caí, pasé por muchas cosas que yo quería evitar que mis amigas pasaran”.
Fue entonces cuando empezó a dar pequeñas clases que básicamente se centraban en dar consejos sobre cómo rodar en la ciudad. Sin embargo, hubo un momento en que ya no sólo eran sus amigas a las que aconsejaba, cada vez había más gente por lo que empezó a dar clases esporádicas en la calle de Reforma. Una vez más fue insuficiente, pues Laura quería más: “llegó un día en que dije ¡ya!, necesito bicicletas, necesito gente, necesito formalizar esto y empecé el proyecto en Fondeadora, ahí fue donde tuvo un nombre, un lugar específico, un contacto, una página de facebook y todo eso”.
Laura empezó con dos bicicletas que les prestaban sus amigos para dar las clases, cuando las tuvo que devolver fue que volteó a ver a Fondeadora una plataforma donde la ciudadanía interesada financia el proyecto de otras personas a cambio de “recompensas”. Laura presentó el proyecto y las recompensas que ofreció fueron diversas, desde grabados, playeras hasta pulseras y personajes textiles. “Cuando yo empecé en Fondeadora dije ‘ay, nadie me va a dar un peso porque yo no produzco, yo no hago productos, hago experiencias y además las regalo, nadie me va a da un peso’, pero al final nos fue muy bien; compramos cinco bicicletas, refacciones, herramienta y accesorios”.
Gracias a que se el proyecto se dio a conocer en Fondeadora, la gente se acercó. “Hubo gente que le gustó el proyecto, gente que quería apoyar, gente que quería aprender, fue como volver a creer en la gente.”
Así es como a lo largo de estos dos años, Te enseño a andar en bici ha crecido, se ha formalizado, le ha regalado experiencias a muchas personas. A pesar de que aceptan a cualquier persona que quiera aprender a andar en bici, Laura me cuenta que son especialistas en mujeres, la pregunta no se hizo esperar: ¿Por qué enseñar a las mujeres?
“Las mujeres crecemos con una percepción de que somos débiles, de que no podemos hacer las cosas, de que siempre dependemos de alguien, eso fue a mi lo que me cambió como mujer la visión de las cosas; además, hay muchos prejuicios sociales alrededor de la bici, como el que se te van los chones, como el que sólo es para lo hombres, como el típico ‘pareces machorra’, entonces es como una forma de alentar a las mujeres a hacer cosas nuevas a través de la bicicleta”.
Foto: FB Te enseño a andar en bici
Para la Laura, la bicicleta es una herramienta de empoderamiento para la mujer porque es la muestra fehaciente de que somos capaces de hacer cualquier cosa, es el poder de demostrarnos que se podemos hacer todo y no sólo eso, sino que además la bicicleta sirve para dejar de depender de las personas. “Ya no dependes del amigo que pase por ti y te lleve a tu casa de regreso, ya no dependes del taxista, ya no dependes del tiempo que va a tardar el metro, el metrobús, sólo dependes de ti y eso te hace dueña de ti”.
Cuando se detiene al hablar, se percibe la pasión que siente no sólo por la bicicleta, sino por el trabajo que realiza. Hay que recalcar que la labor que hace no tiene ningún tipo de remuneración económica y que tampoco quiere tenerlo, pues, como ella nos lo explicó, se trata de una iniciativa ciudadana para la sociedad, sin necesidad del apoyo del gobierno o de cobrar por sus servicios, pues además sirve para que poco a poco nos reapropiemos de los espacios públicos, como lo es la calle de Reforma.
Para ella, el dedicarle todos sus domingos a Te enseño andar en bici no significa una tortura, aunque sí piensa que es una obligación porque está comprometida con las mujeres y con hacer un buen trabajo, “pero es un compromiso gustoso”, agrega. Menciona que aunque se pierda de las fiesta de los sábados o las comidas familiares de los domingos las recompensas llegan cuando se encuentra a las chicas a las que enseñó a andar en bici. “De repente ya me encuentro a las chicas en la calle, en su bici y es así como de ¡wow!, o veo que son muy activas en el twitter o en facebook y que ya están convenciendo a sus otras amigas o cuando veo a una señora que nunca se subió a una bicicleta porque en su casa las bicis eran para hombre y ya sale a la calle en su bicicleta, es eso lo que me hace muy feliz”.
Todavía hay un largo camino por recorrer, el ciclismo urbano en México todavía se ve entorpecido por la falta de estructura, de educación vial y de autoridades poco preparadas para asumir este nuevo reto, de hecho, los accidentes viales son la constante en México, como el accidente que ocurrió el pasado domingo 29 de junio de 2014 donde un ciclista perdió la vida al ser atropellado por una patrulla. “Primero es muy triste que alguien pierda la vida, es muy feo que haya sido en manos de la autoridad y es todavía peor que estén diciendo que matar a alguien no es un delito grave y que matar a alguien en un vehículo oficial no es un delito grave y que se puede perdonar la impericia de un oficial, es indignante, me parece que es una lucha que tenemos que dar desde la ciudadanía para que las cosas avancen”.
Su tono cambia, se le nota la indignación en los ojos, en la voz: “Los inválidos y los muertos por accidentes viales en México son realmente alarmantes, los números llegan al mismo número de muertos por la guerra contra el narcotráfico, pero no se ven porque nadie los cuenta, nadie los publica, es momento de que empecemos a preocuparnos”.
Para Laura en ese aspecto radica la importancia de enseñar a las mujeres a andar en bici por la ciudad, a que tengan confianza y además para que sepan cómo moverse, estén enteradas de cuáles son sus derechos como ciclistas, etc. “Sobre todo les enseñamos educación vial, les enseñamos a cómo negociar los espacios con los autos, a cómo compartir la vía, a no usar las banquetas como ciclovias, a respetar los pasos peatonales, no me gustaría mandar cafres a la calle”.
Te enseño a andar en bici no sólo se convierte en un espacio de empoderamiento de las mujeres, en una experiencia de saberse capaces, sino que además es un espacio donde se enseña que otro mundo es posible, que existen otros medios que se pueden utilizar, pese a las deficiencias del gobierno y la ciudadanía, es un grito de esperanza y por qué no, de reclamo para que se mejoren las condiciones para los ciclistas que poco a poco han ido en aumento.
“El boom del ciclismo urbano fue como algo positivo, pero nadie tenía una receta de cómo se debía de construir, ni desde el gobierno, ni desde la ciudadanía. Nos hemos estado dando de topes en muchos sentidos, por ejemplo, hacen falta modificaciones al reglamento de tránsito, hacen falta que los policías de tránsito hagan respetar el reglamento, hace falta que conozcan los derechos del ciclista porque a veces ni siquiera ellos los conocen, hace falta que además de que construyan ciclovias, las hagan bien, que les den mantenimiento. Hacen falta muchísimas cosas” .
Cuando le preguntamos a qué seguía inmediatamente contestó: “mi cabeza nunca para”. Además de continuar con Te enseño andar en bici, Laura quiere realizar un videomanual del método que han desarrollado para que así esté al alcance de todos, por lo pronto, podemos encontrarla todos los domingos, excepto cuando hay puente porque aprovechan para descansar. Las citas son en Paseo de la Reforma esquina con Burdeos de 9:00 am a 2:00 pm. Para poder asistir a las clases tienen que hacer cita por facebook: Te enseño a andar en bici o en Twitter @TeEnsenoBici, también la pueden contactar por correo electrónico: muevaseustedmisma@gmail.com.