Ciencia

10 tips de seguridad online para mujeres

computadoras

Por Montserrat Pérez

montserrat@impetumexico.org

Hoy me pasé toda la mañana borrando gente que, por alguna razón, mi cuenta de Twitter estaba siguiendo y que yo no sabía. ¡Oh, sorpresa! Mi cuenta estaba comprometida. Algo o alguien, bien pudo entrar cuando dejé abierto mi perfil en algún dispositivo o yo qué sé. La cosa es que de seguir a novecientas y algo personas, seguía 1980 cuentas (más o menos).

Tuve que cambiar mi contraseña y revisar qué aplicaciones o widgets estaban activos. Para mí, como mujer feminista activista, la invasión de mi privacidad también significa vulnerar el de otras compañeras, además de lo implica para mi persona en tanto miedo, enojo, frustración y pereza. Porque sí, da flojera tener que revisar, limpiar, generar nuevas contraseñas y la sospecha que genera: ¿quién habrá sido, por qué, hasta dónde pudieron revisar mi información?

Asimismo, el problema de la vulneración de datos y violencias por Internet hacia las mujeres y niñas es considerable. El Informe final del Grupo de Trabajo sobre Género de la Comisión de Banda Ancha (Naciones Unidas), “Combatir la violencia en línea contra las mujeres y las niñas: Una llamada de atención al mundo”, señala algunos datos al respecto:

  • Una de cada 3 mujeres experimentará algún tipo de violencia durante su vida

  • 73% de las mujeres ha tenido exposición o experimentado violencia en línea

  • Las mujeres entre los 18 y 24 años se encuentran en una situación de vulnerabilidad más alta con respecto a las violencias en línea. El informe destaca la persecusión y el acoso sexual, además de amenazas físicas

  • La violencia en línea no queda sólo en el mundo virtual, se traduce en violencias físicas (ataques, violaciones, asesinatos, acoso, suicidio)

  • Los mecanismos de acceso a la justicia por agresiones en línea son limitados y usualmente no hay castigo para los agresores

¿Qué podemos hacer ante este panorama? Tenemos 10 consejos básicos de seguridad en línea para mujeres:

  1. Lee con cuidado los términos de privacidad de los sitios y redes sociales que usas: sí, suena como algo que jamás nos daría ganas hacer. Los términos de privacidad parecen estar escritos para que no los entendamos, además de que son largos y suelen usar una letra muy pequeña. Sin embargo, estar al tanto de qué dicen puede ahorrarnos disgustos, además de que podemos decidir si queremos o no queremos usar el servicio que nos ofrecen. Por ejemplo, Facebook tiene una “Política de Datos” y una sección de “Términos Legales” en la que explica cómo, por qué y con quiénes comparte la información que proporcionas. Cuando te das de alta en Facebook permites cuestiones de este tipo:

    Nos concedes permiso para usar tu nombre, foto del perfil, contenido e información en relación con contenido comercial, patrocinado o asociado (como una marca que te guste) que publiquemos u optimicemos. Esto significa, por ejemplo, que permites que una empresa u otra entidad nos pague por mostrar tu nombre y/o foto del perfil con tu contenido o información sin que recibas ninguna compensación por ello. Si seleccionaste un público específico para tu contenido o información, respetaremos tu elección cuando lo usemos”.

    Facebook, además, puede compartir tu información con alguna de las empresas que administra. De ahí la importancia de revisar términos y condiciones, así como políticas de privacidad. Es tu derecho como usuaria de Internet

    Fuente: Omicrono
    Fuente: Omicrono
  2. Arma una contraseña poderosa: para quienes tenemos una memoria poco confiable, el tema de las contraseñas puede resultar un dolor de cabeza. Sin embargo, una contraseña adecuada puede darnos un poco más de tranquilidad, es como la llave de tu casa, no quieres que cualquiera pueda hacer una copia o que pueda entrar empujándola nada más. De acuerdo con Security-in-a-box, un portal que se dedica exclusivamente a la seguridad en Internet, los elementos para una buena contraseña son los siguientes:

    -Longitud: mínimo DIEZ caracteres, de preferencia más, alternando letras, números y símbolos, además de mayúsculas y minúsculas.

    -Complejidad, fijándonos en que no contenga datos personales: que no sea algo obvio como tu nombre, número de teléfono, nombre de tu mascota o tu lugar de residencia. Piensa en algo que puedas recordar tú, que tenga algún significado que no olvides y juega con eso.

    -Practicidad: debe ser práctica. No se trata de escribir un manifiesto o que se te olviden y tengas que restaurarlas cada dos días (aunque sí es adecuado modificarlas cada cierto tiempo). Si eres olvidadiza, hay herramientas en línea y de software libre para guardar tus contraseñas, como KeePass (es como un llavero).

    -Que sean únicas: no uses la misma contraseña para todas tus cuentas.

    -Temporales: cámbialas cada cierto tiempo, hay mayor posibilidad de vulnerarlas mientras más tiempo pases con ellas. Puedes colocar una alarma en tu celular cada 3 meses para revisarlas y cambiarlas.

    Fuente: Collectors Weekly
    Fuente: Collectors Weekly
  3. Jamás des tus contraseñas: puede pasar que hayas olvidado algo en tu computadora, un archivo o algo que tienes que enviar con urgencia y le pidas a alguien que te lo envíe. Sin embargo, intenta no hacerlo, si ya lo hiciste, cambia la contraseña lo antes posible.

    Nunca le des tus contraseñas a quien te las pida para “revisar” tus cuentas o como “prueba” de nada (amor, amistad, hermandad, solidaridad), son tuyas, son privadas y la pregunta en sí misma es una señal de alerta. Quien te quiere no transgrede tu privacidad.

    Fuente: iDigitalTimes
    Fuente: iDigitalTimes
  4. Blinda todos tus dispositivos: no solamente se trata de tu computadora, sino cualquier aparato que uses para conectarte a Internet (celular, tableta electrónica, etcétera). Coloca una contraseña general en cada dispositivo y, si es posible, contraseñas para las aplicaciones. Esto también sirve para protegerte en caso de robo.

    Fuente: Qore
    Fuente: Qore
  5. No compartas información personal: hay cosas muy básicas como tu número celular o tu dirección, pero también considera el no compartir estados en los que digas dónde estás en ese momento, fotografías de los lugares que frecuentas, fotografías de menores de edad, datos bancarios, fotografías en las que se muestren las placas de tu automóvil, etcétera.

    Fuente: Heart & Power Marketing
    Fuente: Heart & Power Marketing
  6. Usa candados en las fotografías que compartes en redes sociales: si vas a compartir fotos tuyas en redes (lo ideal sería que no lo hiciéramos), coloca filtros y candados para que no pueda compartirlas o verlas cualquier persona. De nuevo, revisa cómo funciona cada sitio con respecto a las fotografías e imágenes y cómo puedes protegerte. En el caso de Facebook, puedes seleccionar los públicos específicos que pueden ver las fotografías, Instagram y Twitter pueden tener un candado para que sólo puedan seguirte las personas que tú quieres. De nuevo, no compartas fotos de niñxs en redes sociales.

    Fuente: www.enredoos.com
    Fuente: www.enredoos.com
  7. Usa mensajería instantánea segura: existe un mundo más allá de WhatsApp (que, aunque dice que ha mejorado su seguridad, forma parte de las empresas de Facebook y eso le quita puntos). Puedes usar Kik o Telegram, que de entrada cifran tus comunicaciones, pero también puedes agregar un cifrado extra. Revisa si la aplicación o servicio tiene la posibilidad de un cifrado punto a punto, esto quiere decir que ambos extremos de la conversación están seguros. Así, el mensaje sale cifrado del aparato emisor y llega cifrado al aparato receptor y se lee. Como opciones también están Wickr (gratuito) y Threema (que cuesta como $55 pesos mexicanos).

    Fuente: Kaspersky Lab Official Blog
    Fuente: Kaspersky Lab Official Blog
  8. No envíes información sensible a través de mensajería instantánea de redes sociales: inclusive piénsalo bien antes de hacerlo por correo electrónico tipo Outlook o Gmail. No envíes archivos que puedan ponerte a ti o a tercerxs en riesgo. Si tienes que compartir un archivo con información sensible, usa herramientas de cifrado o usa un correo electrónico como el de Riseup.

    Fuente: Computerworld
    Fuente: Computerworld
  9. Usa un navegador seguro: dentro de los gratuitos, puede ser Firefox o Tor. Sin embargo, si usas Firefox, agrega complementos de seguridad y recuerda inhabilitar las funciones para recordar contraseñas o datos, vacía regularmente tu historial, recuerda cerrar sesión. Todas las precauciones las puedes tener con cualquier navegador, solamente que hay algunos que son más seguros que otros.

    Fuente: Threatpost
    Fuente: Threatpost
  10. Agrega a tus redes sólo a personas que conozcas: Internet es un lugar mágico en el que podemos conocer gente increíble, pero también es esa guarida en la que habitan algunas de las criaturas más desagradables del inframundo. Si no conoces a alguien, no le agregues, mucho menos le des información personal sobre ti. Revisa los perfiles de quienes te manden solicitudes (de lo que sea) y, si algo no cuadra, no las aceptes.

    Fuente: Softonic
    Fuente: Softonic

Ojalá te sean útiles estos consejos y, recuerda, sigue tu instinto, cualquier cosa que te haga sentir incómoda puede ser una señal de alerta de que algo no anda bien, denuncia y usa las herramientas de las plataformas para reportar cualquier comportamiento de violencia hacia ti o tus datos. ¡Feliz navegación!

Fuente: www.gettyimages.com
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